Comentaros que hace días, concretamente el martes, día 13 de Noviembre, tuvimos un simulacro de incendio y tuvimos que poner en marcha todo el dispositivo del plan de evacuación. Nos pilló el sonar de la alarma de incendios en diferentes actividades, el grupo 1 y 2, estábamos abajo en el taller de arteterapia, el grupo 4,6, y el 3 estaban arriba en la primera planta, cada cuál en un programa. Al sonar la alarma cada uno/a con su responsable de grupo fuímos saliendo de las aulas. Algún compañero del grupo 3 se puso nervioso, quería volver al aula a por sus cosas, pero la Educadora no le dejó volver por el peligro en el que se podía meter. Cada grupo evacuó por la puerta más cercana, fuímos cerrando puertas, y fíjandonos bien que las contraincendios quedarán selladas, para que no se avivase el fuego. Había que ir despacio arrimados/as a la pared.
El supuesto fuego, parecía real, comenzó en la cocina, salía un humo de la leche. Bajamos cada grupo con un/a profesional y nos reunimos en el punto de encuentro ( el parque que hay delante del CAI en un punto concreto) allí hicimos el recuento para ver si estábamos todos/as. Es verdad que los compañeros y las compañeras con silla de ruedas que estaban en la segunda planta no evacuaron se quedaron en el hueco detrás de la puerta contraincendios, porque cuando hay fuego no se puede usar el ascensor y como ellos/as no hacen pie, pues en caso de fuego tienen que quedar allí con una persona de los/as profesionales hasta que lleguen los especialistas, bomberos o similar y les bajen. Salimos todos muy rápido, al parque allí nos recontamos. La directora úna vez evacuamos aviso a los bomberos. En este simulacro estaban los de la empresa de prevención vigilando si lo hacíamos bien, días después nos mandaron un informe con las cosas que hicimos bien y las que hay que mejorar. No estuvo mal, pero que ¡¡¡¡nerviosss!!! pasamos.
Textos: Boniel D. ,Raquel S. y Juan B.
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