Inauguramos la sección con una madre, muy activa, que participa en las Redes sociales y que ya nos ha hecho llegar algún comentario. Ella es Geli Menéndez, para nosotros/as, la madre de Tono.
A ver si se animan, más familiares y amigos/as hacernos llegar sus opiniones, que gustosamente las mostraremos a través de esta ventana “ cibernética”. Pueden ser escritos relacionados con vivencias, emociones, reivindicaciones, reflexiones … lo que se os ocurra.¡ Venga animaros!
Geli nos hizo llegar por correo electrónico este texto dedicado a su hijo. Es un relato que pronto cumplirá veintidós años, y que ha guardado celosamente, para compartirlo hoy con todos/as y ayudar a derribar ciertos mitos. El texto fue escrito en una etapa de la vida de Tono en el que la incomprensión del entorno y los comentarios desafortunados hicieron mella en él y su familia. Tono quería aprender a nadar con Javi, su entorno no le ayudaba en este reto algunas personas opinaban que el monitor perdía el tiempo enseñando a Tono y que desatendía al resto de los/as niños, así que su madre harta de aguantar las trabas e inconvenientes que muchísima gente le ponía a Tono por su discapacidad, se armó de valentía y escribió este relato. Y es que, a menudo, la gente tiene conocimiento de la discapacidad intelectual pero se acerca a ella con patrones aún muy antiguos. Algunos/ entienden la discapacidad como una enfermedad, otros/as como algo intrínseco en las personas, frecuentemente se tiende a infantilizarnos, esto, junto con otros planteamientos de lástima y en muchas ocasiones de sensiblería, impiden nuestro desarrollo y limitan las posibilidades de desarrollar plenamente nuestras capacidades. ¿Hay alguien acaso que no necesite ningún apoyo?.
Tono ese niño diferente
Yo tengo un niño hermoso que está lleno de alegría.
Es sensible y emotivo, y espera mucho de la vida.
Tono espera mucho de este mundo cruel, de esta sociedad que a veces casi siempre, lo quiere marginar.
Porque mi niño hermoso, según muchas personas, no es como los demás, pero eso a mí, que soy su madre, no hace falta que nadie me lo diga.Yo lo sé y me da igual. Yo ya sé que mi hijo no es como los demás, por estas pequeñas diferencias que voy a enumerar:
Tono es como el río que desemboca en el mar.
Tono es como una flor a punto de brotar.
Tono es como el cielo, hermoso y apacible.
Tono, a diferencia de los que no somos como él, no ve la maldad, ni el egoísmo, ni la mezquindad, ni el peligro de una guerra nuclear.
Después de todo lo expuesto, yo me atrevo a preguntar: ¿Quién es más feliz, Tono que vive en su mundo, sin problemas, o nosotros, que vivimos la realidad?
Ya sé que algún listillo me dirá:
Eso está muy bien, ahora que es un niño, pero y el futuro ¿qué?
Y yo le contesto: Eso sólo Dios lo sabrá, pero puedo aseguraros qué, mientras viva su madre, a este niño hermoso, de nombre Tono, nada le ha de faltar. Para más adelante, Dios dirá, pero yo, personalmente, pienso que a estas criaturas que, a sus ojos son como las demás, El jamás las abandonará.
Geli Menéndez
14-04-1988
Así era Tono, ese niño incomprendido en su momento porque le costaban más las cosas, porque era más lento, etc .. Estas eran “pequeñas” cosas, mal comprendidas, las que lo separaban del resto del grupo de niños/as de su edad. Hoy Tono es un joven, que nada muy bien, y al que hay que darse tiempo para conocerlo, y poder descubrir las capacidades por las que destaca ante los demás y por las que le admiramos.
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